quiero mi derecho a envejecer

No quiero luchar por no arrugarme, por más  Karina Mazzoco que me lo diga. QUIERO MI DERECHO A ENVEJECER y  CON DIGNIDAD. Que difícil ésta, nuestra época, nosotras las de treinta y picos largos y cuarentonas recién estrenadas nos enfrentamos a una tremenda disyuntiva, vamos con Mirta o Silvia Legrand, seguimos los pasos de Susana, de Graciela o vamos con Chunchuna, bellisima y con su cara original y que por tal elección la pusieron de madre de la Roth cuando solo le lleva 15 años y pico, nos obsesionamos por hacer desaparecer “la grasa abdominal” como la llama un grasa al cual tengo entre ceja y ceja (Ricardo en otro momento te atiendo) o disfrutamos de lo que mamá naturaleza nos da.

Pero vamos a la base, al lugar exacto donde comienza esta necesidad de reivindicar mis derechos.  Comenzó a elevarse la temperatura y cada vez hay menos lana que cubra, desde los carteles, las revistas, la tele me llega la información de cómo “debería” verme y desde el espejo una información totalmente opuesta, hasta el punto de preguntarme si Araceli y yo pertenecemos al mismo género.

Por esto llamo a mis conocidas, amigas, futuras amigas y ex amigas a cruzarse a la vereda de enfrente de la Mazzoco y gritarle, INFELIZ, metete tu crema en el culo y dejame arrugar en paz. A proteger nuestra celulitis de tanta crema combativa, a obligar a los cirujanos a laburar en serio por algo importante y dejar de modificar la naturaleza humana que ellos juraron proteger, a hacer un culto a las tetas caídas de tanto amamantar y a proteger esa grasa que nuestro cuerpo cree necesitar de reservorio por si vuelve la mala racha. Al fin y al cabo tanto esfuerzo por lo general es para agradarle a nuestra compañía en el sexo, entonces les pregunto, a alguna le pasó una vez en bolas que el tipo/a diga: “Ah no, tenés celulitis, me voy” no señoras a la hora de los bifes no hay celulitis, arruga, estría ni teta caída que valga.

Por eso me atrevo y hasta me envalentono a gritar a quien quiera escuchar: QUIERO MI DERECHO A ENVEJECER y  CON DIGNIDAD…que esto recién empieza.